miércoles, 26 de septiembre de 2018

LOS VALORES DEL TRABAJO, EL DEBER Y EL MÉRITO EN LA PRÁCTICA PROFESIONAL


LOS VALORES DEL TRABAJO, EL DEBER Y EL MÉRITO EN LA PRÁCTICA PROFESIONAL


I.  INTRODUCCIÓN

La presente investigación tiene como finalidad realizar un juicio y análisis crítico del Libro de José Ingenieros titulado “Las Fuerzas Morales”, donde sostiene que el hombre atesora un idealismo ético en función de la experiencia social, adquiriendo un valor moral que a su vez expresa su sentir, pensar cómo debe y obrar como quiere.

Cada generación renueva sus ideales, donde surge esta pregunta ¿Las nuevas generaciones, los renovaron, los mantuvieron, los cambiaron o los perdieron?, trata de reflejar la actualidad del ahora que ha pasado con nuestros valores y su nueva interpretación.


II.    ARGUMENTO


DEL TRABAJO

"El derecho a la vida está condicionado por el derecho del trabajo. Todo lo que es orgullo de la humanidad es fruto de su trabajo. El trabajo da vigor al músculo y ritmo al pensamiento, firmeza al pulso y gracia a las ideas, calor al corazón, temple al carácter. La perfección del hombre es obra suya. Sólo por él consigue la libertad y depende de sí mismo, afirmando su señorío en la Naturaleza. 


El trabajo es un deber social. Los que viven sin trabajo son parásitos mal sanos, usurpando a otros hombres una parte de su labor común. La más justa fórmula de la moral social ordena imperativamente: "el que no trabaja no come". Quien nada aporta a la colmena no tiene derecho de probar la miel. 

Resultado de imagen para trabajo imagenes

DEL DEBER
“Las fuerzas morales convergen al sentimiento del deber”, la personalidad solo es coherente y definida en quien llega a formularse deberes inflexibles, crea una conciencia en cada uno de los individuos, por ende una conciencia a la sociedad, impone el bien y execra el mal. Los deberes van de la mano con los derechos humanos, con su cumplimiento para poder tener una sociedad justa.

“El deber es un corolario de la vida en sociedad”, si la moral es social, los deberes son sociales. Si la justicia fuese perfecta en la sociedad, podría conseguirse el deber absoluto pero la injusticia ha existido y existe, creando el privilegio que viola los derechos humanos. Cuando los derechos son respetados, el hombre cumple con sus deberes.

Imagen relacionada

DEL MÉRITO
El mérito está en ser y no en parecer, en la cosa y no en la sombra. Construir una doctrina, arar un campo, crear una industria, escribir un poema, son obras cuajadas de mérito, nimban de luz la frente y en ella encienden una chispa de personalidad.

La servidumbre moral es precio del rango injusto. En las generaciones sin ideales se advierte una sorda confabulación de mediocridades contra el mérito. Todos los incapaces de crear su propio destino conjugan sus impotencias y las condensan en culto cuantitativo de la actitud suplanta el respeto cualitativo de la aptitud.

El mérito puede medirse por las resistencias que provoca. Los jóvenes que alienten ideales deben conocer esos peligros y estar dispuestos a vencerlos. En el campo de la acción, del pensamiento y del arte, el mérito vive rodeado de adversarios; la falta de estos en inapelable testimonio de insignificancia.  Sobresalir es incomodar, las medianías se creen insuperables y no se resignan a celebrar el mérito de quien las desengaña.

Resultado de imagen para MERITO imagenes

III.   CONCLUSIÓN

La construcción sistemática de Ingenieros representa un esfuerzo original en nuestro medio, a la par de fecundo para el incentivo de las vocaciones intelectuales en general, y filosóficas en particular.
En nuestras sociedades, las informaciones, el ocio, los consejos del bienestar están más presentes que la exigencia de cumplir con nuestros deberes.
Las lecciones intransigentes de la moral han abandonado el espacio público y privado, el imperativo maximalista de corazón puro, las llamadas a la devoción absoluta, el ideal hiperbólico de vivir para el prójimo, todas esas exhortaciones han dejado de tener resonancia colectiva; en todas partes reina la desvitalización de la forma-deber, el debilitamiento de la norma moral infinita característica de las nuevas democracias. 
Lo que con muy poca precisión se llama "regreso de la moral" no hace sino precipitar la salida de la época moralista de las democracias instituyendo una "moral sin obligación ni sanción" acorde con las aspiraciones de masas de las democracias individualistas-hedonistas. 
Deberíamos concluir sin temor a equivocarnos que los valores, como los concebía Ingenieros, hoy se han perdido o en el mejor de los casos han cambiado sin poder afirmar los futuros resultados de esos cambios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario