sábado, 8 de diciembre de 2018

La ética en el mundo del Big Data

La ética en el mundo del Big Data


Big Data es un término que describe el gran volumen de datos, tanto estructurados como no estructurados, que inundan los negocios cada día. Pero no es la cantidad de datos lo que es importante. Lo que importa con el Big Data es lo que las organizaciones hacen con los datosBig Data se puede analizar para obtener ideas que conduzcan a mejores decisiones y movimientos de negocios estratégicos

A medida que aumenta el uso y el potencial del Big Data, crece el debate sobre la ética de los datos. La tecnología no es el problema, sino cómo la instruimos y para qué la utilizamos. Imagine que todo lo que hace cada día está monitorizados o series ve. En qué sitio está en ese momento (geolocalización móvil y reconocimiento facial). Qué libros lee. Qué facturas tiene y si es buen pagador o no… Todo. Y ahora imagine que toda esa información conjunta se utiliza para asignar un rating a cada ciudadano. Una calificación que influirá en su posibilidad de obtener un crédito con ciertas condiciones y, quizá en el futuro, también en su posibilidad de conseguir o no ciertos empleos, ir a determinada universidad o acceder a una vivienda concreta. ¿Ciencia ficción? No. Sobre esto se trabaja en China para –dicen– valorar la confianza y credibilidad de sus 1.300 millones de ciudadanos: el sistema Social Credit System se está desarrollando en fase piloto con voluntarios para, de momento, operaciones financieras. Se implantará totalmente en 2020.





¿Dónde está la línea que separa un buen de un mal uso o abuso del poder de los datos y los algoritmos?, se pregunta Rachel Botsman, madre filosófica de la economía colaborativa, en su último libro Who can you trust? How technology brought us together and why it might drive us apart. Y todo esto antes de que saltara el escándalo Facebook por el uso de los datos de sus usuarios para, supuestamente, influir en campañas políticas.
Empecemos por el principio. El problema no es la tecnología. El Big Data o Data Analytics y las técnicas de Inteligencia Artificial que lo refuerzan, tienen múltiples usos que, sin duda alguna, contribuyen al desarrollo de la sociedad. Ya se utilizan para investigar enfermedades hoy incurables como el cáncer, para anticipar epidemias y enfermedades, para organizar ayudas humanitarias a gran escala, para controles de inmigración en las fronteras, para diseñar ciudades, edificios u hogares inteligentes, para prevenir el fraude, para reforzar la seguridad en los servicios públicos… Además de muchas otras posibilidades que permiten mejorar la eficiencia de las empresas y su atención a clientes.

Por ello, la ética debe estar implícita en todo el ciclo de vida del Big Data. Empezando por su recolección: por ejemplo, ¿son válidos los datos oficiales de una población si deliberadamente se ha excluido cierta etnia? Siguiendo por lo más complejo, el algoritmo utilizado: ¿Qué validez tendría un juicio apoyado en la alta probabilidad de volver a delinquir que apunta el rating criminal de ese individuo según unos datos sesgados? Estos ejemplos ilustran que es un error pensar que, frente a la subjetividad humana, los datos, el Big Data, son siempre acertados y objetivos. Y no necesariamente. Los datos pueden estar sesgados, mal combinados, manipulados o, simplemente, mal interpretados porque se basaron en algoritmos que resultan erróneos.

De momento, las empresas no parecen estar poniendo mucho foco en la cuestión ética. La citada encuesta global de KPMG entre directivos de Data Analytics mostraba que solo el 13% de las compañías se declaraba excelente en términos de privacidad y ética en el uso de los datos, aunque en otros aspectos relacionados, como cumplimiento normativo, sacaban mejor nota. En el futuro, es probable que las compañías empiecen a crear comités o subcomités que traten la gestión ética de los datos. Los ciudadanos y el resto de stakeholders acabará imponiéndolo.






Referencias:
  • Calle, Consuelo. La ética del Data [Cómo aplicamos la ética en el Big Data]. KMPG Tendencias. Recuperado de https://www.tendencias.kpmg.es/2018/04/etica-big-data/ 
  • Grupo PowerData. Big Data: ¿En qué consiste? Su importancia, desafíos y gobernabilidad. PowerData. Recuperado de https://www.powerdata.es/big-data

sábado, 1 de diciembre de 2018

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA

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La palabra ética viene del griego ethos, que se refiere a la conducta de un individuo en función de su carácter. Es una rama de la filosofía que estudia el conjunto de normas morales que influyen en nuestras acciones y sus fundamentos. Esto es en cierto modo la ciencia de la moralidad que intenta definir lo que es bueno y lo que es malo. El propósito de la ética es definir el comportamiento de los hombres con el fin de lograr una sociedad ideal y la felicidad de todos.
La palabra deontología, ya que procede también del griego, específicamente de la palabra deontos, significa deber. Es la rama de la ética que establece las bases de los deberes de una persona en función de la moral. La deontología se aplica al mundo profesional mediante el establecimiento de un conjunto de reglas y obligaciones que incumben a los miembros de una profesión o un oficio. A diferencia de la ética profesional, que define lo que un individuo en particular considera moralmente correcto en su profesión, la ética profesional es un código de conducta que se aplica a todos los profesionales.

Si todavía no tienes muy claro qué es lo que significan realmente, sus características, así como sus diferencias, hoy te sacaremos de dudas en cuestión de minutos.

Diferencia y semejanzas entre ética y deontología

Una de las diferencias cuando hablamos de "ética" y "deontología" es que la primera hace directamente referencia a la conciencia personal, mientras que la segunda adopta una función de modelo de actuación en el área de una colectividad. Por ello, con la concreción y diseño de códigos deontológicos, además de autorregular esta profesión, se invita al seguimiento de un camino muy concreto y a la formación ética de los profesionales.

ÉTICA
Orientada al bien, a lo bueno.No normativa.No exigible.Propone motivaciones.Conciencia individual predominantemente.Amplitud: se preocupa por los máximos.Parte de la ética aplicada.
DEONTOLOGÍA
Orientada al deber (el deber debe estar en contacto con lo bueno).Normas y códigos.Exigible a los profesionales.Exige actuaciones.Aprobada por un colectivo de profesionales.Mínimos obligatorios establecidos.Se ubica entre la moral y el Derecho.


La principal diferencia es que la deontología es el conjunto de normas a seguir. Mientras que la ética no son unas normas impuestas, sino que son las situaciones que cada ser humano busca para poder decidir lo que está bien, lo que está mal y lo que realmente le hace feliz. La ética no impone desde fuera, sino que cada persona se impone una serie de conceptos o normas a sí mismo.



  • Ética: Suele estar orientada a lo bueno, sin normativas. Hace referencia a la conciencia personal.
  • Deontología: Está orientada al deber. Cuenta con normas y códigos, destinados a los profesionales de diferentes tipos de trabajo. Está ubicada entre la moral y el derecho.

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Semejanzas

La deontología es una ciencia que trata del estudio de la moral y la ética, y cuando aplicamos estas virtudes al ejercicio de cada una de nuestras profesiones, toma el nombre de deontología profesional. Y la ética es la construcción moral que orienta las actitudes y los comportamientos profesionales para la consecución de objetivos profesionales, todo ello, desde la doble vertiente del reconocimiento del ser humano en su totalidad y el respeto de los valores sociales.

Conclusión

Es que es indispensable el uso de la ética tanto como de la deontología, ya que si no se utilizan estos en nuestras futuras profesiones, no haremos lo correcto esto nos sirve para poder aplicar los diferentes valores que adquirimos día con día. Puesto que si hacemos lo correcto puede que algunas personas opten por hacer lo mismo.